La
fe es poner tu confianza en Cristo para que te salve de tu vida de
pecado y el infierno que mereces. El aguilucho no tenía en
quien
confiar mas que en su padre. Miró sólo a su padre para el
auxilio. Y tú no tienes esperanza mas que en
Cristo. Él
murió por pecadores como tú. Inclusive, él hace todo para
salvar
al que viene a él. Cada creyente se dará cuenta algún día de
que
aun el deseo de ir a él es un regalo de él.
Dios dice que todos los que se
arrepienten y creen (tienen fe) en
Cristo y lo que él hizo en la cruz recibirán el regalo de la vida
eterna. Cuando mueren, irán al cielo; y mientras viven,
conocerán, amarán, y servirán a Cristo en una manera maravillosa y
personal.
¿Puedes
entender por qué
cayeron las lágrimas del aguilucho después de ser rescatado?
Fue
cambiado de uno que odiaba obedecer o uno que amaba obedecer, y ahora
estaba a salvo en el poder de su padre, camino a su nido arriba.
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